A un swing de vencer a los Cachorros de Chicago en una épica Serie Mundial el año pasado, los Indios, que incrementaron su nómina a casi 130 millones de dólares por el fichaje de Edwin Encarnación en el invierno, apuntan a volver a la postemporada y esta vez para arrasar con todo.
Cleveland saldrá en busca de la Serie Mundial por primera vez desde 1948. Su sequía es la más larga en las mayores.
Están determinados a borrar el recuerdo del Clásico de Otoño del año pasado, en la que los Cachorros completaron la remontada al imponerse en un memorable séptimo juego que se fue a episodios extra. La victoria de Chicago no solo desató un festejo en el césped del Progressive Field, también un festejo en todo el mundo por los Cachorros y sus fanáticos, al tener que esperar 108 años para bañarse con la champaña de campeones.
En Cleveland quedó esperanza por haber llegado tan lejos en la postemporada sin Brantley, por echar de menos a los abridores Carlos Carrasco y Danny Salazar, por perder al abridor Trevor Bauer en la serie de campeonato de la Liga Americana cuando se cortó el dedo meñique al reparar un dron, los Indios derrocharon perseverancia. Se quedaron cortos por muy poco, y ahora vienen dispuestos a dar ese paso faltante.
Kipnis mencionó el ejemplo de los Kansas City Royals, que se recuperaron tras perder el séptimo juego de la Serie Mundial de 2014 para coronarse campeones al año siguiente.
El manager Terry Francona, dijo: "Por la calidad de nuestros jugadores, por lo que ya han hecho, la gente cree que tienen la oportunidad de obtener algo especial".
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